Las ratas y ratones se pueden adaptar rápidamente y sin problemas a las condiciones de vida más distintas y están extendidos prácticamente por toda la tierra. Junto a su capacidad de adaptación, su rápida propagación se debe sobre todo a su gran fertilidad. Su dieta alimenticia es muy variable, todo tipo de productos vegetales y animales les sirven de alimentación y tampoco se dejan intimidar por las basuras. Una gran parte de las reservas de alimentos en todo el mundo es destruida de esta forma por ingestión o por contaminación con excrementos, orina y gérmenes. Las ratas y ratones causan también grandes problemas como deterioradores de materiales, los daños son causados por roer conductos, embalajes y otros materiales o por contaminar las materias primas.

El roído de cables puede por ejemplo provocar la interrupción de desarrollos de producción completos, debido a cortocircuitos en las instalaciones eléctricas, y causar pérdidas económicas inmensas.

Un significado especial tienen estos animales además como transmisores de enfermedades. Peste, enfermedad de Weil, Lyme-Borreliose, tifus, fiebre aftosa o rabia son algunos ejemplos de enfermedades y epidemias cuyos agentes patógenos pueden ser excretados o transmitidos por ratas y ratones.

Bajo estos puntos de vista, es imprescindible una lucha consecuente y efectiva de estos animales dañinos.

Posibilidades de Combatirlos

Estrategias de lucha con éxito requieren productos que respondan a las exigencias más distintas. Junto a trampas mecánicas y fumigaciones, se emplean generalmente substancias activas rodenticidas para combatir a los roedores dañinos. Estos rodenticidas se pueden dividir de manera aproximada en los llamados venenos agudos y en productos de efecto “crónico” (anticoagulantes).

Comparación de la toxicidad de diferentes substancias activas para una rata de 250g (según LD 50)

Los venenos agudos, por ejemplo fosfuro de cinc, actúan de forma relativamente rápida después de ser ingeridos y los animales mueren en minutos hasta horas. Sobre todo en la lucha contra los ratones estos productos juegan aún un papel esencial.

Anticoagulantes son las substancias que se emplean más frecuentemente en la lucha contra ratas y ratones. La ingestión de estas substancias provoca una hemorragia interna de forma que el animal dañino muere debilitado y sin dolor después de varios días. La muerte aparentemente natural y retrasada tiene la gran ventaja de evitar el rechazo al cebo.

Roedores Comunes

Estrategias de Control

El empleo de los distintos productos se diferencia según la mezcla de cebo, el campo de aplicación y la biología de los animales dañinos. No obstante se pueden hacer de forma generalizada las siguientes recomendaciones:

Ratones en general comen poco de un punto de comida, de forma que se aconseja poner varios puntos de cebo con aproximadamente 20-30 g de material de cebo con una separación de aproximadamente 2m. Como el radio de acción de estos roedores es de sólo pocos metros, el cebo debería colocarse cerca de los nidos. Previamente es aconsejable buscar en el entorno los caminos, excrementos y daños por roído. Los cebos colocados deberán controlarse regularmente y el material consumido deberá ser repuesto. Después del tratamiento deberían retirarse y eliminarse de manera segura los restos de cebo y sus recipientes.

Ratas actúan con mucha precaución a la hora de aceptar nuevas fuentes de alimentos, comen pero después se sentirse seguras, de uno a pocos puntos de alimentos. Tales puntos de alimentos deben colocarse, después de inspeccionar exactamente el entorno, en lugares de reunión, camiones, escondrijos o salidas de canales. Normalmente se colocaran aproximadamente 20 g de material de cebo por cada punto de cebo. Bajo ningún caso se debería proceder de manera muy ahorrativa con el cebo, ya que las ratas al haber demasiado poco material se pelean por la comida e ingerirán sólo una pequeña cantidad.

Deberá controlarse regularmente la ingestión de cebo por los animales.

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