Un espacio confinado es todo ambiente que tiene medios limitados para entrar y salir (como alcantarillas o espacios cuyo acceso sea a través de una escalera), no tiene una ventilación natural, y no está diseñado para ser ocupado por seres humanos en forma continua. Por estas razones, fumigar en un espacio confinado requiere de cuidados especiales.

Clasificación de espacios confinados

Los espacios confinados pueden clasificarse atendiendo a diferentes factores. En función de los riesgos potenciales, se pueden dividir en tres clases:

Clase A: aquellos donde existe un inminente peligro para la vida, generalmente por la calidad del aire. 

Clase B: los peligros potenciales dentro del espacio pueden ser de lesiones y/o enfermedades que no comprometen la vida ni la salud y pueden controlarse a través de los elementos de protección personal.

Clase C: espacios donde las situaciones de peligro no exigen modificaciones especiales a los procedimientos normales de trabajo o el uso de elementos de protección personal adicionales. 

Además de esta clasificación, existen otras formas de distinguir entre los espacios confinados: según sus características geométricas, según los trámites que se requieren para entrar a ellos, etcétera.

En definitiva, la atmósfera de un espacio confinado puede ser muy diferente de aquella que habitualmente se respira, por lo cual hay que tomar medidas de seguridad especiales, que te invitamos a conocer en el siguiente enlace: AQUI .