INFORMACIÓN COMO PRINCIPAL HERRAMIENTA DE PREVENCIÓN
Con la debida aclaración sobre la importancia de recurrir a especialistas en el tema en caso de requerir mayor precisión sobre la información aquí presentada, considero importante ofrecer a nuestros lectores algunos datos relevantes en torno al Virus de la fiebre de Zika, para comprender mejor el fenómeno de Salud Pública que enfrentamos actualmente por su presencia.
El virus de la fiebre de Zika o virus Zika, se clasifica dentro de la familia Flaviviridae (género flavivirus, del latín flavus = amarillo)* y se transmite por la picadura de mosquitos del género Aedes. De manera paralela y con base en su forma de propagación, el Virus Zika se clasifica como integrante del grupo de los ARBOVIRUS o virus transmitidos por artrópodos (Arthropod-Borne virus). Se han identificado cerca de 500 especies de virus que se transmiten de esta forma y el virus Zika lo transmiten mosquitos del género Aedes, involucrados también en la transmisión de otros ARBOVIRUS como el causante del dengue, la fiebre amarilla y la fiebre por Chicungunya.
El virus Zika se aisló en 1947 de un mono Rhesus, en Uganda, África, específicamente en los bosques de Zika, lo que le da nombre a la enfermedad. Su identificación ocurrió durante una investigación enfocada a la transmisión de la fiebre amarilla en este sitio. Análisis serológicos han confirmaron la infección en seres humanos en Uganda y Tanzania en 1952, y en 1968 se logró aislar el virus en muestras provenientes de personas de Nigeria.
Los análisis genéticos han demostrado que existen dos grandes linajes en el virus: el africano y el asiático.
De acuerdo con el Centro para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en ingles), una vez transcurrido el periodo de incubación (entre 3 y 12 días a partir de la infección), se manifiestan los síntomas más comunes de la enfermedad. Estos síntomas incluyen:
- Fiebre de menos de 39°C,
- Debilidad, dolor muscular y en las articulaciones,
- Dolor de cabeza
- Conjuntivitis no purulenta (ojos enrojecidos sin presencia de bacterias),
- Inflamación, que suele concentrarse en manos y pies
- Sarpullido que tiende a comenzar en el rostro y luego se extiende por todo el cuerpo.
Con menos frecuencia se presentan vómitos, diarrea, dolor abdominal y falta de apetito. Esto ocurre en promedio en una de cada cuatro personas infectadas y la enfermedad por lo general es leve y presenta síntomas que duran desde varios días hasta una semana. Son raros los casos de enfermedad grave que requieran que el paciente sea hospitalizado. La sintomatología es similar a la observada por dengue, lo cual complica su diagnóstico. Se consideraba que esta enfermedad no representaba mayor problema, pero durante 2007 se identificó un brote fuera de su distribución original, en la Isla de Yap, Micronesia y para 2013 uno más en Polinesia, con 10,000 casos y 70 de gravedad, resultando en complicaciones neurológicas y disminución de leucocitos en sangre. Sin embargo, a la fecha no se han registrado muertes directamente imputables al virus y la taza de hospitalización por fiebre de Zika es baja.
Para mayo del 2015, se confirma el primer caso de infección en Brasil. El brote de Brasil produjo casos del síndrome de Guillain-Barré (el sistema inmunitario de una persona daña sus propias neuronas y causa debilidad muscular y a veces parálisis) y también se presentaron casos de mujeres embarazadas con infección por virus Zika durante el primer tercio del embarazo, que dieron a luz bebés con defectos neurológicos de nacimiento (microcefalia) probablemente asociados a la infección por el virus.
En meses recientes este virus esta siendo tema de preocupación desde el punto de vista de la salud pública, ya que su diseminación a partir de Brasil hacia el norte y sur del continente Americano se ha dado en un periodo de tiempo muy corto, asociada a la distribución de los mosquitos vectores y a los movimientos poblacionales por migración, negocios o turismo y a la fecha 20 países, incluido México, reportan casos de personas infectadas y se prevé que pronto, todos los países donde se distribuye el vector, o con alta migración tendrán casos de Zika.
Esta condición, obliga a los sistemas de Salud Pública de diferentes países, incluido México, a considerar a los mosquitos del género Aedes (particularmente la especie Aedes aegypti) como especies objetivo dentro de sus programas de vigilancia epidemiológica y control de enfermedades transmitidas por vectores.
Ante la amenaza que representa este virus, principalmente para mujeres embarazadas, se han publicado una serie de recomendaciones para evitar la propagación del virus y queremos compartirlas con nuestro público lector, seguros de que su consideración evitará, no solo disminuir el riesgo de infección por este virus, sino la infección por otras arbovirosis importantes ya mencionadas
RECOMENDACIONES
PARA LA PROTECCIÓN PERSONAL
- Evite lugares y horarios de actividad de los mosquitos
- Use camisas de manga larga y pantalones largos.
- Permanezca en lugares con aire acondicionado o que tengan mallas o mosquiteros
- Duerma en camas con pabellón mosquitero.
- Use repelentes de insectos registrados y aprobados por la COFEPRIS cuando visite zonas con presencia de mosquitos
SI TIENE UN BEBÉ O UN NIÑO MENOR
- No aplique repelente de insectos a los bebés de menos de 2 meses
- Póngale a su niño ropa que le cubra los brazos y las piernas, o cubra la cuna, el cochecito y el portabebé con un mosquitero.
La Secretaría de Salud les recuerda a las mujeres embarazadas lo siguiente:
- Usar manga larga, pantalón y repelentes para mosquitos
- Lavar los recipientes en los que guardas agua y taparlos
- Voltear cubetas y botellas; tirar lo que no te sirva y pueda acumular agua
- Mantener puertas y ventanas cerradas o con protección con mosquiteros
- Utilizar pabellones para dormir
- Asiste a tus controles prenatales
Para limitar el desarrollo de los vectores
- Elimine cualquier fuente de agua estancada, así como los recipientes que puedan acumular agua en su patio, traspatio o cualquier lugar donde el mosquito pueda reproducirse (llantas, corcholatas y tapas de envases, frascos, bolsas, etc.
- Controle el agua de los floreros y peceras cambiándola al menos dos veces por semana
- Utilice los larvicidas que distribuye la secretaria de salud en sus campañas de control de vectores para estanques, cisternas y otros depósitos de agua
- Realice tratamientos perimetrales con insecticidas de acción residual
- Utilice trampas de luz para atrapar mosquitos en el exterior
- Mantén podado el pasto y plantas para evitar refugios de mosquitos y utilice plantas repelentes como la citronela, el romero y el tomillo
Ante la sospecha de infección o presencia de alguno o varios de los síntomas arriba mencionados, acuda a su médico para que le recomiende el tratamiento más adecuado
Rafael Paz Rodríguez
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